Como ya os comenté en el post de la primera parte de mi
segunda Fecundación In Vitro, a los
5 días post transferencia me salió positivo el test de embarazo. Aquí quiero hacer dos aclaraciones antes de
seguir con la historia para que NADIE se desanime.
La primera es queNUNCA
antes me había hecho un test de embarazo antes
de los 11 días post transferencia por lo que no sé si es normal que salga
positivo con tan poco tiempo. Por otro lado me había quedado embarazada de gemelos y el nivel de Beta
hCG era altísimo.
Quizás sea por mi enfermedad de la sangre, o no, pero todas las veces que me he quedado embarazada he tenido pérdidas a los pocos días de haber hecho el test de embarazo. Con y sin heparina. La primera vez que me pasó recuerdo que empecé a buscar información por internet y me topé con el concepto desangrado de implantación. Nunca antes había oído hablar de este tema y a decir verdad, lo poco que sabía acerca de las pérdidas durante el primer trimestre de embarazo es que no son una buena señal aunque en muchos casos los embarazos sigan adelante.
Con la esperanza de que este fuese mi caso, empecé a leer
más sobre el tema. Pero ¿cómo podía reconocerlo? Lo que encontraba por internet
era bien confuso. Por un lado no me
quedaba claro el tema del color del sangrado ya que tanto podía ser rojizo como
marrón. Por otro lado estaba el tema de la duración que podía ser de uno a tres
días. Y finalmente estaba el tema de cuándo se producía. Supuestamente coincidía
con el inicio de la menstruación pero en mi caso no tenía mucho sentido ya que
me había sometido a una transferencia de blastocistos por lo que la
implantación debería haber ocurrido al poco tiempo de la transferencia.
No me diréis que no hacían buena pareja
Vamos que era como intentar resolver las mil historias de
amor de Jennifer Aniston sin final feliz.